miércoles

CUAL ES EL MOMENTO IDEAL PARA INGRESAR A ESTUDIAR?

Muchos padres me preguntan en la consulta cual es el momento ideal para que un niño empiece su etapa escolar; la respuesta siempre es la misma, depende del niño y de las condiciones del nuevo ámbito académico. Es claro que los niños requieren de contacto con otros niños de su misma edad para facilitar y fortalecer su desarrollo emocional y social, sin embargo es necesario comprender que cada niño posee necesidades de socialización distintas dependiendo de su carácter, su desarrollo físico y del tipo de estimulación y vinculo con el que cuenten en casa. 
Es decir, no es lo mismo para un niño de 2 años estar todo el día en casa con una niñera quien a la vez debe cumplir labores cotidianas a estar con la abuela que lo saca al parque o estar con su madre quien se dedica completamente a estar con él, compartir, hablarle y estimularlo. Así mismo, será diferente si tiene contacto cada fin de semana con sus primitos con quienes puede jugar respecto a si es una familia nuclear cerrada donde no exista ese tipo de contacto. Siendo así se hace importante evaluar también si el niño es de aquellos activos que se aburren en casa con las mismas actividades, si acostumbra frustrase con facilidad o si es de aquellos niños calmados, tranquilos, que prefieren ratos de juego libre en su habitación.
Es claro que el comienzo de la etapa de jardín infantil implica un proceso de adaptación que debe tenerse en cuenta, en el cual generalmente los niños tienden a enfermarse y pasar mas tiempo en casa que en el mismo lugar de estudio, por lo que en beneficio de su salud lo ideal es que no ingrese antes de los 2 años de edad. Además es completamente recomendable que se realice de manera progresiva, empezando máximo en jornada de medio día para luego ir aumentando tiempos prudenciales hasta llegar a un máximo de 8 a 9 horas diarias. Esto no quiere decir por supuesto que si las circunstancias no son las ideales, se este haciendo algún daño irreparable al niño, sin embargo se ha evidenciado que la situación puede ser un poco más difícil y deberán generarse otro tipo de herramientas de manejo.
Hoy en día existen además muchas alternativas que permiten a las familias llevar procesos cortos de socialización en actividades de estimulación en las cuales incluso pueden participar los padres y los adultos, lo que podría ayudar no solo en el desarrollo emocional del niño sino en el establecimiento de vínculo con sus padres.
Ahora si la pregunta es cual es el momento para el ingreso a colegio grande, pienso que la situación depende más de una adecuada elección del lugar al que el niño ingresará en base a sus necesidades particulares, prefiriendo que dicho paso se de luego de los 4 años de edad. Es necesario tener en cuenta su rendimiento escolar previo, sus niveles de atención y concentración, su autonomía, validar la opinión del niño, conocer y empatizar con el nivel académico y los valores de la institución, y finalmente evaluar las actividades extracurriculares, el apoyo y acompañamiento y las posibilidades y oportunidades a futuro para el niño.

PADRES : LA MEJOR MANERA DE TOMAR DECISIONES ADECUADAS PARA SU HIJO ES CONOCERLO LO SUFICIENTE, PENSAR EN ÉL Y EN SUS NECESIDADES. UNA ADECUADA ELECCIÓN  EN ESTOS MOMENTOS DE SU VIDA PUEDE SER LA BASE DE UN BUEN DESEMPEÑO PERSONAL Y PROFESIONAL.

CUAL ES LA MEJOR MANERA DE ENSEÑAR EMPATÍA A MI HIJO?

La empatía se define como la capacidad que tiene una persona para comprender el universo emocional de otra, es decir, ir mas allá de la externalidad de las emociones de los demás y encontrarse con el ser interior, la razón real por la cual reaccionamos frente a los otros de distinta manera. Un  padre debe ser empático porque así logrará comprender las dificultades, angustias o temores por las que pasa su hijo y así mismo responder a ellas con afecto pero manteniéndose firme en los limites y reglas de juego.


Contribuir en la adquisición de la empatía de nuestros hijos es útil siempre que les facilitará su desenvolvimiento socio emocional, el establecimiento de sus valores y principios y el fortalecimiento de su autonomía. Y no se trata simplemente de enseñarles a "compartir" sus juguetes, sus galletas o impulsarlos a que se sientan tristes cuando los demás lo están.
Vamos a ver algunos tips que ayudarán a fortalecer la adquisición de la empatía en nuestros hijos:
Siendo bebes, los niños empiezan a demostrar empatía cuando espontáneamente comparten su alimento con sus padres o cuidadores, luego mas grandes te abrazan si te ves triste y hacen algo para que estés feliz como regalarte uno de sus juguetes, poco a poco van comprendiendo el significado de las emociones y expresan las suyas imitando los gestos o reacciones del adulto. Todo esto es importante reforzarlo aplaudiéndole, sonriéndole y agradeciéndole su actitud.

Cerca de los 6 meses de edad ya es conveniente jugar con los niños a través de gestos con las emociones básicas (alegría, cólera, miedo y tristeza), el niño imitará las imágenes que está viendo y tratará de comprender sus diferencias. Cuando empieza a hablar se hace importante enseñar normas sociales como saludar y despedirse, decir por favor y gracias, con lo que el niño dará relevancia a las demás personas de su entorno. Si deseamos que aprenda a compartir, debemos empezar por respetar sus intereses, si está jugando con su juguete favorito no sería apropiado "arrebatárselo" para que lo "comparta" con su primo sino invitarlo a negociar o intercambiar voluntariamente, el niño no tiene porque sentirse agredido pues lo único que se generara con esto serán rabietas o rencillas que no tienen sentido. Aunque muchas veces se piensa que los niños sienten aversión a las responsabilidades, la realidad es diferente, los niños cooperan con mucha facilidad si los motivan de la manera adecuada y esto les fortalece su autonomía y autoestima. A los niños les encanta jugar a competir y siempre desean ganar, sería mas útil utilizar herramientas de cooperación en equipo para ayudarlos a comprender que gracias a la interacción con el otro puedo aportar y aprender de los demás. Por ejemplo, iniciar el hábito de recoger su ropa y juguetes estableciendo roles claros de cooperación "Yo te ayudo con los carros y tu con los muñecos, etc), luego hacer lo mismo con cada una de las actividades o rutinas que deseemos fomentarle, la ayuda poco a poco ira disminuyendo hasta que el niño pueda hacerlo solo y cuando esto suceda aumentaremos el nivel de complejidad para asignar otro tipo de responsabilidades o actitudes que se deseen fomentar, la clave para identificar el momento adecuado es: "siempre que el niño esté en capacidad de realizar adecuadamente una actividad solo debe permitírsele hacerlo y fortalecerlo a través de expresiones de afecto". 
Estas son solo algunas herramientas pero pueden ser la base para que como padres creemos un ambiente enriquecedor para nuestros hijos y con creatividad les enseñemos a acercase a las emociones de los demás.

domingo

COMO ME DUELE VER LLORAR A MI HIJO


Sin importar en que época de sus vidas suceda, ver llorar a nuestros hijos es una de las experiencias mas dolorosas que puede vivir cualquier padre. Bien sea por una caída, una enfermedad, frustración o hasta un capricho o pataleta; el sentimiento que nos embarga en estas situaciones nos guía inmediatamente a hacer lo que sea posible para sanar su dolor y verlos felices de nuevo. Sin embargo es realmente importante para el desarrollo emocional de nuestros niños que aprendan a regular sus emociones, afrontar sus dificultades y buscar sus propias soluciones, en ocasiones aunque para esto sea necesario permitir que lloren un poco. Todos queremos hacer el mejor trabajo posible como padres y por eso podemos llegar a vivir situaciones confusas en las que no sabemos como actuar, si les damos  las respuestas que necesitan o cedemos inmediatamente a sus peticiones podremos seguramente calmar la situación y el niño rápidamente volverá a sonreír, pero es posible que al hacerlo estemos desperdiciando la posibilidad de ofrecerles las herramientas necesarias para que construyan su vida con decisiones autónomas y afronten asertivamente las diferentes problemáticas que les plantee la vida. 

NO DEBEMOS EVITAR EL DOLOR DE NUESTROS HIJOS, SINO ACOMPAÑARLOS PARA QUE APRENDAN DE EL.