martes

ADOLESCENCIA - ETAPA DE CAMBIOS


Usted conoce personas que aunque podrían tener una vida mejor no avanzan por temor a la incertidumbre? O tal vez se pregunta porque algunas personas siguen haciendo las cosas de la misma manera aunque ahora no tenga mucho sentido? en muchas ocasiones encontramos adultos que presentan fuertes resistencias al cambio, realizan siempre las cosas en el mismo orden, de la misma manera en igual cantidad de veces y que cuando deben enfrentarse a algún tipo de modificación en este patrón muestran fuertes temores y una tendencia hacia las predicciones negativas frente a los resultados; esto sucede debido a que los seres humanos en el transcurso de nuestra vida aprendemos que es mejor tener la certeza de lo mínimo y no la posibilidad de lo mejor, circunstancia que para ser sinceros no tiene mucho sentido.

Y especialmente no tiene sentido porque a lo largo de nuestra vida existen cambios inevitables, que son necesarios para que nuestro cuerpo y mente se desarrollen de la manera adecuada y sin los cuales no sería posible avanzar como seres humanos, nos convertiríamos literalmente en inmaduros - en todo el sentido de la palabra - y eso no es apropiado para nadie. Los cambios ocurren en nuestra vida a diario pero solamente cuando se trata de circunstancias drásticas nos percatamos de ello, los cambios permiten que analicemos nuevas experiencias, tomemos nuevas decisiones y tengamos la posibilidad de sopesar nuevas circunstancias para generar nuevos cambios en nuestras vidas.

Si bien es cierto que los cambios pueden dirigirse hacia resultados favorables o desfavorables de acuerdo con nuestra percepción personal, nunca se podrá decir que los cambios son malos pues quienes finalmente orientan los resultados son nuestras decisiones frente a estos cambios y no los cambios en sí mismos, es decir si el cambio se generó por una nueva posibilidad de trabajo en otra ciudad, sería entonces mi deber como dueño de mi propia vida asegurarme de conseguir lo que necesito para estar bien en esa nueva circunstancia, una nueva casa, nuevas relaciones sociales, etc, y ese nuevo “comienzo” puede convertirse en un redescubrimiento y reestructuración de mis propios intereses y la mejor oportunidad para ampliar mis opciones y expectativas para vivir tranquilo y feliz. Si por el contrario el cambio se da por una circunstancia de valor negativo como por ejemplo el fallecimiento de algún familiar cercano, tendré que percibirlo entonces como una oportunidad de formar mi propia independencia, creer en mis capacidades, superar las adversidades y fortalecer aún más el deseo de salir adelante, es decir mejorar mis habilidades de afrontamiento.

Ahora bien, pensemos que una de las etapas vitales en las que más hablamos de cambios es la adolescencia, no quiere decir que sea la única pero si es la etapa en la que sucede una mayor proporción de cambios en menor tiempo, en este período el joven comienza a constatar cambios en su cuerpo, en su estado de ánimo, en su sensibilidad y no saben cómo manejarlos, sienten nuevas tendencias instintivas y aún no tienen capacidad de razonarlas, ni un equilibrio temperamental para afrontarlas con madurez, si a esto le sumamos la constante incomprensión y falta de apoyo de su ambiente externo, es “normal” que el joven sienta cierta inestabilidad emocional que se verá reflejada en su comportamiento especialmente con el adulto cercano (sus padres). Si como padres no somos empáticos con los sentimientos generados por estos cambios en el adolescente y no reconocemos a su vez los que generan en nosotros mismos, difícilmente podremos comprender el significado real de los vínculos emocionales que estamos desarrollando con nuestros hijos y al hacerlo romperemos la comunicación.

Es por esta razón que la adolescencia genera tantos conflictos entre padres e hijos pues cada uno vive generalmente la etapa desde su ángulo, con sus propios sentimientos, con sus propias experiencias y no con las del otro, se convierte entonces en una lucha de poderes, cada quien intentando salir de la crisis emocional que genera el cambio en su ambiente sin percatarse que ambos van por el mismo camino, si se entendiera, unirían su lucha y vencerían fácilmente.

lunes

QUE ES LA ADOLESCENCIA?


La adolescencia es la etapa de la vida que transcurre entre los 10 y los 19 años de edad y en Colombia representa casi el 20% de la población total. Es también una de las razones más comunes por las cuales los padres colombianos consultan un psicólogo, pues siempre se ha considerado como una etapa “difícil de manejar” para la cual la mayor parte de las veces los padres no están preparados.

Esto se puede evidenciar si vemos que la imagen mental de un padre respecto a un hijo es casi siempre la de un niño o un bebé mientras que en muy pocas ocasiones se representa en la figura de un adolescente, porque esta etapa es asociada generalmente con el momento inicial de la “pérdida” de los hijos, la separación con sus padres, su independencia económica y emocional, y por ende nuevamente la soledad; es decir, en la interpretación del significado de la adolescencia entran a jugar las emociones de los padres, sus expectativas frente a la relación con sus hijos y el tipo y calidad de las relaciones sociales que han construido a lo largo de su vida.

La percepción de ser una etapa difícil esta relacionada también con el hecho de ser una época de cambios constantes desde el plano físico, al emocional y el intelectual. Los jóvenes se encuentran en la búsqueda y estructuración de su personalidad lo que los convierte a veces en seres contradictorios respecto a sus opiniones y actitudes, además, la adolescencia es el momento en el que se les exige mayor responsabilidad, deben empezar a tomar gran cantidad de decisiones importantes para su vida en muchas ocasiones sin la orientación adecuada, se encuentran en una etapa de transición en la que al no ser niños pero tampoco adultos, reciben mensajes ambiguos de parte de sus padres, educadores, amigos y demás personas cercanas.

Así como la etapa entre los 0 y 3 años de edad es fundamental para el desarrollo motor y emocional de las personas, la adolescencia es la etapa crítica en la que se forma el desarrollo moral de los individuos, se estructuran los valores que van a formar parte de las actitudes que el joven va a seguir en su etapa adulta a través de dilemas que se les irán presentando casi diariamente.

Cada momento en la adolescencia es importante, y si usted es padre de hijos adolescentes encontrará grandes diferencias con cada año que pasa, es decir, en realidad no se puede generalizar porque nunca será lo mismo a los 10 que a los 15 o a los 18, nunca sucede igual en un hombre que en una mujer, y menos de individuo a otro, es por eso que la adolescencia genera grandes conflictos en los adultos que están acompañando al joven, porque a veces los cambios son tan drásticos y rápidos que se pueden observar fácilmente de un día para otro.

domingo

SER PADRES DE ADOLESCENTES


La adolescencia es el último peldaño en la escalera de la educación de nuestros hijos; en esta etapa, tenemos la oportunidad de fortalecer algunos de los aspectos que hemos dejado pasar durante su infancia y podemos reconocer la labor real que hemos realizado como padres, pues nuestros hijos muestran la personalidad que se ha ido formando a través de sus experiencias vitales, así que la adolescencia es el momento ideal para cerrar con broche de oro nuestra tarea.

Es común pensar que durante la adolescencia son mayores las influencias de los demás sobre nuestros hijos (amigos, pareja, educadores) que las que puede tener la familia, sin embargo, esto es incorrecto, pues es la familia quien constituye el eje fundamental de la formación de los jóvenes y la manera como ellos se enfrentan a su ambiente externo.

Veamos un ejemplo: no podemos ocultar que en algún momento de sus vidas nuestros hijos podrán estar frente a la posibilidad de consumir drogas (Sustancias Psicoactivas), y que muy probablemente sus padres no vamos a estar presentes en ese preciso momento para guiarlos ante la decisión correcta, en ese momento son ellos quienes deben elegir, es decir, deben utilizar la educación que les hemos brindado para tomar una decisión frente a su vida. Teniendo en cuenta que la educación es una acción integral vamos a ver los múltiples factores que influyen en dicha decisión:

Responsabilidad: Si el joven ha aprendido que toda acción tiene consecuencias y que la única persona que asume dichas consecuencias es él mismo, entonces entenderá que si toma la decisión de consumir drogas, es él quien debe responsabilizarse por dicho acto y que adicionalmente afectará a otros seres cercanos.

Autoestima: En muchas ocasiones quienes llegan al consumo de drogas, lo hacen como medida de escape a su propia vida, por eso, aquel joven con buena autoestima y auto confianza reconoce sus propias habilidades para salir adelante frente a las dificultades que se le presenten, por lo cual no sentirá la necesidad de consumir como método de evasión.

Confianza en la relación familiar: Si un joven que se encuentra en estas circunstancias confía en la opinión de su familia y sabe que lo apoyarán ante cualquier situación sin juzgarlo ni exagerar la respuesta, él va a contar con su familia si se le presenta tal opción comentándoles sus dudas y solicitando su apoyo.

Capacidad de planeación: Una de las principales razones por las cuales los jóvenes consumen drogas es el bienestar inmediato que se percibe al consumir, sin embargo a mas largo plazo, este se convierte en un malestar significativamente mayor; si el joven se encuentra en la capacidad de planear, analizar y aplazar esta sensación de bienestar, reconocerá lo inconveniente que es para él la decisión de consumir, y ese solo hecho puede detenerlo de realizar alguna acción impulsiva.

Independencia: En otras ocasiones, son las personas del circulo social del joven quienes pueden ejercer presión para el consumo de drogas, sin embargo, si él ha sido educado de tal manera que reconozca su individualidad, él no permitirá que su decisión sea influenciada por otros y pensará en primer lugar en si mismo.

Toma de decisiones: Desde muy pequeños, los seres humanos nos vemos en la necesidad de tomar decisiones, si hemos aprendido a elegir sopesando cada una de las opciones con criterios claros, podemos elegir adecuadamente en cualquier circunstancia, si por el contrario nuestra familia frecuentemente ha tomado las decisiones por nosotros, entonces estaremos inseguros de cualquier decisión que tomemos, así que nos dejaremos guiar por la corriente.

Recordemos que es mucho mejor preparar a nuestros hijos para enfrentarse a situaciones como la anterior, en lugar de encerrarlos en una cúpula de cristal que tarde o temprano se romperá por el costado más frágil. Los padres no somos buenos o malos, ser padre o madre es quizá una de las tareas más difíciles que podemos elegir en la vida, pero así como es una labor complicada es también de las actividades que más satisfacciones nos puede brindar. Todos los padres procuramos hacerlo bien y buscamos las mejores herramientas para lograrlo; empecemos entonces por felicitarnos a nosotros mismos por nuestra labor y reconocer todo lo que hacemos cada día por ser mejores padres, si usted esta leyendo en este momento esto es porque seguramente ha hecho muchas cosas bien con sus hijos, pero también, probablemente tendrá algunas dudas por resolver o quizá alguna dificultad específica que no ha podido superar con ellos, en primer lugar lo invito a que recuerde que tal como lo somos todos, usted es un ser humano, y por tanto comete errores, se equivoca y aprende de la experiencia, y como no hay que perder el tiempo, la primer lección que va a aprender hoy es percibir la etapa de la adolescencia de sus hijos como una gran oportunidad de vida para mejorar como persona, porque entre mejor persona sea usted, mejor persona será su hijo, la relación es así de sencilla.

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